En muchos países cada 31 de octubre se celebra la Noche de todos los Santos o Noche de Brujas, más conocida como Halloween. Se trata de una tradición de la cultura celta que lleva tras de sí varios siglos de historia. Uno de los mitos sobre su origen hace alusión a una creencia religiosa en la cual se afirmaba que una vez que el alma abandonaba el cuerpo suele vagar sin rumbo hasta encontrar su camino de regreso, el 31 de octubre, momento en que vuelve a su antiguo hogar para pedir comida a los moradores, que están obligados a proveérsela.
Actualmente continúa siendo una de las celebraciones más importantes en algunos países, sobre todo en las culturas anglosajonas, aunque sin la impronta religiosa que le dio origen. El Halloween de hoy es una oportunidad perfecta para que los niños se diviertan y correteen por las calles disfrazados de pequeños duendes, demonios, brujas, fantasmas y monstruos que piden dulces y golosinas a los habitantes del vecindario.
¿Por qué celebrar Halloween con los niños?
Halloween está muy asentado en la tradición norteamericana, aunque también ha llegado a muchas ciudades europeas, que cada 31 de octubre preparan el escenario para la Noche de Brujas. De hecho, muchos niños españoles ya esperan con ansia esa noche del año en la que podrán convertirse en monstruos horripilantes para atemorizar a todos los que se crucen en su camino. Por eso, celebrar Halloween es una excelente idea.
- Les permite divertirse
Halloween es una excusa estupenda para divertirse, llevarse algún que otro susto y hacer travesuras. Por eso los niños lo adoran, sobre todo cuando tienen la oportunidad de disfrazarse y llenar su bolsa de golosinas.
- Estimula la socialización
Una costumbre cada vez más extendida entre los padres es formar pequeños grupos con sus hijos para que vayan por las casas del vecindario llenando sus bolsas de dulces y golosinas. Así, esta fiesta se convierte en una oportunidad para que los niños socialicen con los otros pequeños del vecindario y hagan nuevos amigos.
- Desarrolla su expresión
En Halloween los niños no solo se disfrazan de sus monstruos preferidos, sino que se ponen en la piel de esos personajes. Por eso, esta costumbre también es una manera para estimular su expresión corporal y sus habilidades interpretativas.
Los que no puede faltar en Halloween
- El disfraz
Un Halloween sin disfraces prácticamente carece de sentido. Los disfraces son uno de los puntos fuertes de esta celebración y uno de los motivos por los que los niños se entusiasman tanto.
- El escenario
Tampoco es posible imaginar Halloween sin las clásicas calabazas, velas y adornos tenebrosos de telarañas, murciélagos y calaveras. De hecho, decorar la escuela con nuestras calabazas ha sido una de las tareas más divertidas. Además de realizar caretas con nuestra mascota, contado historias,…
- El truco o trato
Se trata de una de las tradiciones infantiles de Halloween que los niños adoran. En práctica, consiste en ir de puerta en puerta pidiendo “truco o trato”. El trato consiste en pactar con los pequeños dándole alguna recompensa como dulces o golosinas. Mientras el truco se reserva para los adultos que no ofrecen ninguna recompensa y deberán sufrir las travesuras de los niños.