Entendemos la concepción del niño/a como co-constructor activo de su aprendizaje, con un gran potencial que le nace de la curiosidad por investigar, descubrir, y aprender en una educación flexible y abierta al diálogo. A través de esta escucha y del respeto acompañamos al niño/a en su proceso de desarrollo social, afectivo, cognitivo, sensorial, estético, motor, etc.

Nuestra visión acerca del niño/ parte de bases pedagógicas como la de Loris Malaguzzi, Emmi Pikler, María Montessori… Este tipo de enfoque, aportó una mirada innovadora e inspiradora, una visión del niño/a como fuerte, capaz y resistente; lleno de asombro y de conocimiento. Sostiene que cada niño/a trae consigo una profunda curiosidad y potencial, y esta curiosidad innata conduce su interés para entender su mundo y el lugar que ocupa en él.

Como equipo educativo creemos profundamente en ello y por tanto el niño/a será respetado, escuchado y valorado. Lo que el niño/a piensa, sienta y expresa es importante para el adulto. Las niños/as utilizan muchas maneras diferentes de mostrar su comprensión y expresar sus ideas y creatividad (concepto de “Los Cien Lenguajes de los Niños”) y el equipo educativo será pues receptivo y sensible a dicha necesidad y potencial. “Un niño que crece sabiendo que puede, siempre podrá y un niño que crece siendo respetado, siempre respetará.”